Por
hoy vais a permitirme un soplo de frivolidad y que dedique la entrada a la
moda. Sabéis que me chifla y que más allá del estar más o menos al día de las
tendencias, a poco que nos esforcemos, entramos en valoraciones y juicios
acerca de su funcionamiento. Porque no nos engañemos: la moda y sus
inabarcables caprichos son una cosa complicada.
A
veces tenemos la sensación de que juegan sucio con nuestros pobres monederos.
Que si este año se llevan los pantalones pitillos, esos estrechísimos de la
muerte que hay que meterse con calzador, ten por seguro que el año próximo
pondrán en la picota justo lo contrario. Para que no podamos reciclar ni seguir
usando lo que ya teníamos, para obligarnos a un nuevo desembolso (que igual no
nos podemos permitir) en un pantalón de pata ancha que, eso sí, nos dará el
puntito de modernidad que tanta falta hace. ¿Lo tenemos? Ya podemos respirar. Felices
y a la moda, aunque se nos haya estrangulado el presupuesto.
Nótese
el tonillo irónico…
Puede
que de cuando en cuando suframos un ataque de clarividencia y la cruda realidad
nos golpee en la azotea: “esto no es más que un negocio. Quieren que gastemos,
sin tregua”. Y hasta se nos hincha la vena rebelde. “¡No me da la gana!” “¡No
volveré a decir lo necesito!” “¡No volveré a correr cual avestruz en temporada
de caza, en busca del top de volantes que acabo de verle a mi archienemiga! Por
cierto, qué mono le queda, a la puñetera” “No volveré a comprar a lo bestia, ni
a decir que no tengo ropa. De hecho, no pienso volver a comprar…”
¿Cuánto
nos dura la determinación? Igual podemos contarla en minutos. Desdichadas
plumas a merced del viento.
Creo
que pasamos por alto que las que de verdad pintan en esto de la moda, las que
reciben el apelativo de “it-girls”, se pasan las tendencias que cada temporada
marcan los tiranos diseñadores, por el arco del triunfo. Ellas se colocan lo
que les parece, les gusta y les sienta bien. Mezclan sin pudor. Y a veces salen
de su casa disfrazadas, cierto, eso también. Pero ahí las tienes, centro de
todo objetivo fotográfico que se precie, hasta cuando compran el pan, admiradas
por su valor, por correr riesgos, por innovar.
Innovar,
queridas motas, es justo lo contrario a ir todas idénticas, vestidas de
uniforme. Es investigar en los percheros de las tiendas que nos podamos
permitir, rebuscar pequeños tesoros que podamos combinar de cincuenta mil
maneras distintas, que nos haga sentir cómodas y preciosas. Merece la pena.
Porque
cuando la encuentras… Esa prenda mágica de verdad, que es tuya y te cuadra no
porque lo dicte un señor que no conoces, sino porque lo sientes. Te metes
dentro, dejas que la tela acaricie tu piel e inmediatamente, te notas distinta.
Eso me ha pasado este año, con lo que en principio califiqué de “horror”
seguido de un “yo eso no me lo pongo ni loca”. Me refiero al culotte, bermuda
palazzo o crop pant (en armonía con los crop tops): solo Dios y los que mandan
saben cuántos nombres distintos ha recibido. Es un pantalón pata de elefante
cortado a distintos niveles (por encima del tobillo, por debajo de la rodilla o
a media pantorrilla) femenino y profesional al tiempo. Sofisticado. Muy Chanel.
Tiene
a su favor la originalidad y el elemento sorpresa. Hacía siglos que las
tendencias no nos sorprendían con algo realmente nuevo, poco visto (en el caso
del crop pant me atrevería a decir que nada visto) que paradójicamente viene de
tiempo atrás. Rescatados del armario avant-garde de pioneras de estilo como
Katharine Hepburn o Marlene Dietrich, debemos agradecer a la incombustible
Victoria Bechkam haberlos lanzado y defendido. Al principio, muchas la mirarían con cara de acelga (like me) pero después, hemos terminado
rindiéndonos al bermuda palazzo porque ellos lo valen.
Eso
sí, no en cualquier largo. He explorado concienzuda hasta dar con el que mejor
me va y me lo he comprado en negro y en azul bebé. Este último, porque lo pillé
en las rebajas y era un delito no llevárselo. Cayó solo. Divino y sensual.
¿Y
vosotras, motas? ¿Cuáles son vuestras prendas mágicas esta temporada?
Besitos muchos, y hasta la próxima entrada :)
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