martes, 1 de abril de 2014

CRECED Y MULTIPLICAOS...



Lo que son las cosas. Tengo un compromiso con vosotr@s, prometí que mi próxima entrada relataría la fantástica experiencia del B´Radic en Barcelona, y se me acumula el trabajo. Correcciones, apuntes de nuevas ideas que me sobresaltan, proyectos, 40ñeras la serie, reuniones a cascoporro y viajes de promoción se adueñan de mi tiempo con una efectividad envidiable. Total, que con lo que queda, una hace lo que puede, y si resulta que en el impasse se cuela una noticia cuanto menos curiosa, de esas que te llevan a la reflexión, no puedo por menos que dedicarle unas letrillas.

El asunto arranca de un problemón. El que hayan sido inteligentes y hayan sabido envolverlo en humor, no lo hace menos grave. Europa envejece a pasos agigantados. Nuestra población se hunde en los profundos pozos de unas generaciones ya inactivas, pero que han trabajado duro (y más que duro) toda su vida y se merecen lo mejor: descansar tranquilos y gozar de todos los provilegios y cuidados que su delicada salud precise.

El caso es que para mantener a esas clases pasivas (llamémosles jubilados), es necesario que una clase "activa" y trabajadora levante el país gracias al bien conocido método de la producción. Pero los europeos no están demasiado interesados en ser padres. Y si se deciden a hacerlo, apenas quieren oír hablar de las familias numerosas. Muy atrás quedan esas proles de más de diez miembros que consumían medio ultramarinos cada navidad. No descubro nada nuevo, lo sé, Europa se queda sin niños y por ende, sin clase trabajadora que sustente a los que ya trabajaron.

Mirad este vídeo. 

https://www.youtube.com/watch?v=vrO3TfJc9Qw

¿Qué está pasando? La preocupante situación danesa puede, sin problema, extrapolarse a otros países en idéntica condición. Y aunque la agencia de viaje productora del animado video-consejo se lo haya tomado a broma, lo cierto es, que pensando en los gobiernos y sus medidas desesperadas para fomentar el índice de natalidad, me pregunto cómo es que nadie ha pensado en plantear en serio un estudio sociológico que averigüe, de una vez por todas, qué impulsa a los jóvenes a limitarse en la procreación.

- ¿Problemas económicos?
- ¿Son las interminables jornadas laborales que no nos dejan tiempo que dedicar a nuestros niños, de modo que la decisión de "no tenerlos" pasaría por un acto de responsabilidad consciente?
- ¿Es egoísmo? ¿Lo que ganamos lo queremos para nosotros solos y para nadie más? 
- ¿Estamos resentidos con nuestros padres y no queremos repetir sus mismos errores? 
-¿Se requieren escuelas de padres?
-¿Por qué no las crean?
-¿No soportamos a los críos? ¿Nos estamos volviendo unos histéricos mala gente? 

Creo que la respuesta a alguna/s de estas cuestiones son tan importantes, podrían, por sí mismas, dar un vuelco tan determinante a la realidad social de un país desarrollado, que alguien en su sano juicio debería preguntarse qué está pasando en lugar de incentivar la toma irreflexiva de decisiones tan drásticas como ser o no padres, con la promesa de pañales gratis o una paguita estatal hasta que el rorro cumpla los dieciocho.

A mí me importa.  A mí me gustaría saberlo. ¿Soy la única que se hace esas preguntas?

Hasta la próxima, corazones.



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